Ciencia y paz: un compromiso con el territorio

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Doctorado en Ciencias del Mar

En Colombia, la investigación en ciencias marinas no es únicamente una cuestión de laboratorio o de ecosistemas: también representa una apuesta estratégica hacia la reconciliación territorial, el desarrollo regional y la gestión sostenible de los recursos.

La ciencia marina —con su aporte técnico, su lógica de datos y su apertura al territorio— puede convertirse en una herramienta transformadora para las comunidades costeras que han sido históricamente afectadas por la desigualdad, el conflicto armado y la marginación.
En el año 2025, por ejemplo, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCiencias) lanzó la convocatoria “Océanos, Clima y Recursos Marino-Costeros”, dirigida a la región Caribe colombiana, con una inversión que supera los 4.900 millones de pesos.

Al mismo tiempo, durante 2024 se había impulsado otra iniciativa en el Pacífico nariñense orientada a maestrías de investigación científica ligadas a la bioeconomía, ecosistemas y “ciencia para la paz”.

Estos esfuerzos muestran que la ciencia marina avanzada se articula con los principios de la economía azul, la innovación territorial y la justicia ambiental, generando condiciones para que las comunidades costeras participen en la toma de decisiones, desarrollen capacidades locales y trabajen por la paz desde el territorio.

Es indispensable que la investigación científica —institucional, académica, comunitaria— se alinee con políticas de desarrollo territorial, con la gobernanza local y con la reconstrucción del tejido social. Solo así el conocimiento no se quede en papeles o conferencias, sino que sea motor de transformación real.

Para quienes desde la academia, el sector público, el emprendimiento o la comunicación social nos vinculamos con este tema, el reto es claro: promover alianzas intersectoriales, vincular las comunidades costeras como actores centrales, replicar buenas prácticas de “ciencia para la paz” y visibilizar los impactos concretos de esta vinculación.

En síntesis: cuidar el ambiente marino-costero es también construir paz, fomentar equidad y fortalecer la sostenibilidad de nuestros territorios.

Invitación a la reflexión: ¿Cuál puede ser el papel de tu institución o proyecto para articular ciencia marina, comunidades costeras y paz territorial?